domingo, 9 de agosto de 2009

qué los cumplas feliz

Me contaron que un día su cumpleaños fue un festejo. Festejar es complicado. Disfrutar del porvenir, de lo incierto, no todos pueden hacerlo, yo no. Si pensamos que un cumpleaños dura entre tres y cuatro horas, siempre ateniéndonos a la cultura argentina que nos moldea, nos damos cuenta de que sea quien sea el que nos construye y destruye, está saliéndose con la suya, nos está quintando lo poco que nos da, el tiempo. Nos hace festejar algo que es triste, algo que cada vez nos vuelve más débiles.

Cuando mis hijos cumplen años mi mujer organiza todo, yo finjo participar haciendo unas hamburguesas, pero miento. Los cumpleaños siempre están lejos de esa masa de color indefinido que es mi cuerpo. Los chicos vienen y me muestran los regalos pero yo solo repito una y otra vez un gesto que inventé allá hace tiempo, un gesto que reemplaza cualquier tipo de respuesta, un gesto que logra mantenerme quieto. Es algo así con la cabeza para arriba, los ojos los entrecierro un poco, como cuando te reís, pero sin sonrisa, más bien de asombro, como quién dice: “¡Mirá vos che!”, pero no digo nada. Mis hijos se conforman, porque siempre tiene más peso el regalo que mi aprobación y eso me alivia.

No soy un renegado, como me decía la vieja, o sí. Elijo algo que nadie comprende, no soy libre, todos los años tengo que estar inventando nuevas estrategias de escape. Ya no sé cuantos años tengo, quizá de esa manera no me muera nunca.

Por todo esto es que no fui a lo de Marcos, que según me dijeron fue una verdadera fiesta, pero él , que conoce mi pensamiento, los recovecos de mi cerebro y lo complejo de mi ser, no se enojó conmigo y supo que guardarme un pedazo de torta sería terrible.

2 comentarios:

Caro dijo...

eh! escribiste nomás. qué bueno. "no soy libre".. no no.. aunque odie los cumpleaños y le haga ese gesto a sus hijos. eso quería hacer yo con Elena, bajarla del micro porque tampoco es libre ni mucho menos, es otra pobre diabla que anda perdida entre los escalones.
ahora ahorita mal humor de griega y demases facultativos. grrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
abrazo.

daniel cimadevilla dijo...

con tus fotos me lleno de orgullo...

con tus escritos , me emociono...

Besos chiquitita